viernes, 25 de julio de 2008
jueves, 24 de julio de 2008
LXXX
Una nación pequeña y de escasa población
puede poseer un cierto material
que no debe emplear.
Es preciso que el pueblo considere la muerte
como temible
y que no vaya más lejos.
Quien tenga barcos y coches,
que no los utilice.
Quien tenga armas y corazas,
que no las enseñe.
Que ponga en lugar de honor los
cordelitos anudados (1)
y que los use.
Que encuentre sabroso su propio alimento,
que encuentre bellos sus vestidos,
que se contente de su habitación,
que se complazca de sus costumbres.
Los habitantes de dos países vecinos
se contentan con contemplarse mutuamente
y de oír a sus perros y a sus gallos;
morirán de vejez
sin que se hayan hecho visitas recíprocas.
(1) En la China antigua utilizaban unos cordeles anudados
con los cuales marcaban los acontecimientos del año.
puede poseer un cierto material
que no debe emplear.
Es preciso que el pueblo considere la muerte
como temible
y que no vaya más lejos.
Quien tenga barcos y coches,
que no los utilice.
Quien tenga armas y corazas,
que no las enseñe.
Que ponga en lugar de honor los
cordelitos anudados (1)
y que los use.
Que encuentre sabroso su propio alimento,
que encuentre bellos sus vestidos,
que se contente de su habitación,
que se complazca de sus costumbres.
Los habitantes de dos países vecinos
se contentan con contemplarse mutuamente
y de oír a sus perros y a sus gallos;
morirán de vejez
sin que se hayan hecho visitas recíprocas.
(1) En la China antigua utilizaban unos cordeles anudados
con los cuales marcaban los acontecimientos del año.
LXXXI
Las palabras verdaderas no son agradables;
las palabras agradables no son verdaderas.
El hombre de bien no es un orador;
un orador no es un hombre de bien.
La inteligencia no es la erudición;
la erudición no es la inteligencia.
El santo se cuida de amasar;
al dedicarse al prójimo, se enriquece
y, después de haberlo dado todo,
posee todavía más.
La vía del cielo tiene ventaja y no daña;
la virtud del santo actúa sin nada más.
las palabras agradables no son verdaderas.
El hombre de bien no es un orador;
un orador no es un hombre de bien.
La inteligencia no es la erudición;
la erudición no es la inteligencia.
El santo se cuida de amasar;
al dedicarse al prójimo, se enriquece
y, después de haberlo dado todo,
posee todavía más.
La vía del cielo tiene ventaja y no daña;
la virtud del santo actúa sin nada más.
martes, 22 de julio de 2008
martes, 15 de julio de 2008
jueves, 10 de julio de 2008
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martes, 1 de julio de 2008
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