jueves, 24 de julio de 2008

LXXX

Una nación pequeña y de escasa población
puede poseer un cierto material
que no debe emplear.

Es preciso que el pueblo considere la muerte
como temible
y que no vaya más lejos.
Quien tenga barcos y coches,
que no los utilice.
Quien tenga armas y corazas,
que no las enseñe.
Que ponga en lugar de honor los
cordelitos anudados (1)
y que los use.
Que encuentre sabroso su propio alimento,
que encuentre bellos sus vestidos,
que se contente de su habitación,
que se complazca de sus costumbres.

Los habitantes de dos países vecinos
se contentan con contemplarse mutuamente
y de oír a sus perros y a sus gallos;
morirán de vejez
sin que se hayan hecho visitas recíprocas.


(1) En la China antigua utilizaban unos cordeles anudados
con los cuales marcaban los acontecimientos del año.

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