lunes, 31 de julio de 2017

El Minero Negro
Un matrimonio llega a un poblado llamado Pueblo Nuevo, a casa de la Sra Rita, es Ignacio Jiménez y su cónyuge..
Eran terminando los años 60. Era Ignacio Jiménez más conocido como el Minero Negro por su tez oscura, es pirquinero , entre Pueblo y Los Mantos busca la veta dorada,en la mina la diabla, y también su caminata hacia una nueva veta en la cantera de Los Mantos se transforma diariamente en tierra y roca y no encuentra el metal codiciado por todos , allí en esa tierras húmedas .

El Minero Negro, se confunde su rostro con sus tachos puestos al fuego vivo, para transformar el agua en agua de cazuela negra, de regreso desde la cartera mantina.
El Minero Negro al regresar al encuentro con su bella Sra, encuentra vacío esas piezas de tierra, paja, chilca , con palos de acacias y álamos , y techo de zinc, sin cielo , y sus paredes interna y externa pintada de cal , penca de tunales y sal , y agua , su blancura de su hogar , hace contraste con su rostro oscuro , emergen tonos de aquellos metales en suspensión en el aire, que algunos caprichosos rayos solares, inundan las paredes, de chilca, paja, barro, y cal, y sus huellas quedan en dicho hogar del pirquinero Ignacio Jmenez , sus ojos recorrían cada rincón de ese hogar prestado, su bella Sra había huido con un rival de amores, una lágrima corrieron por su rostro duro de hombre acostumbrado a luchar por su sustento diario.
Esa noche fue fría , no tenía a nadie que acariciar y amar, sólo están esa frías sabana de sacos harinero, y esas paredes cubiertas con algunos hojas del
vea, y otras revistas de épocas pasadas, la vela se consumió por completo en aquella palmatoria de enlozado blanco.
Esa noche fue oscura , ni siquiera la coqueta luna vino asomarse en aquella ventana de madera que trataba de detener el frío de aquella noche solitaria. Ignacio el Minero Negro, toda la noche en sus mente y presente, estaba su amor ausente.
Se levantó a orinar en aquella cantora enlozada, el había comprado en la gran ciudad de Ovalle en Grandes Tienda La Campana, un juego completo de enlozado, esa noche el único sonido era su orina que caía , en aquella cantora y afuera los grillos le cantaban a la oscuridad.
Pronto el gallo comienza a despedir la noche y le da la bienvenida al amanecer, Ignacio no durmió,se levantó y abrió la ventana y llegó la luz a su hogar , miró y sólo estaba la soledad y esperanza en aquellos rincones de su hogar arrendado.
Miro una colchas en el suelo, de tierra, en la puerta un chuzo era su cerradura, y en la puerta cuelga un moño de ajo, y una cuelga de sabila para alejar al maligno.
Un dia martes 13 , encuentra una pepita de oro, al lado de una flor de cardenal amarillo, en la quebrada después de la bajada, de la torrentosa quebrada mantina.
Ignacio sonríe, y se sube en la micro de Don Jorge Roco, y se viene a la gran ciudad a vender la pepita de oro.
luego con el billete largo , sus pies lo lleva a la Tienda La Tentación. y se compra una Radio a pila , japonesa de estuche de cuero cafe, am y onda larga, marca sanyo .
Ignacio orgulloso, con su nueva compra, en el mercado municipal, lo atraen los olores a comida casera, condimentada , como lo hacía su amada ausente, por inercia su cuerpo de tez oscura, con su camisa celeste, y sus pantalones de hilado de lana de oveja , de la ciudad sureña Tome, su zapatos negro , como su piel, y una manta Castilla , por el frío de invierno, y su sombrero de paño de color gris, siempre con la sonrisa en sus labios, no era de gran altura, era bajo , pero de cuerpo ágil, sus músculos eran de acero, por su trabajo de pirquinero , y recordaba su suerte de encontrar aquella pepita de oro ,que quedó después del temporal de invierno, mira al interior del RESTAURANT El quita pena, y llena la barriga, aún los olores dejan volar sus recuerdos, ve a su amada y su hijo, y ese calor de hogar arrebatado, por un rival de amores.
Una voz de una buena moza , lo hace regresar al punto, la buena moza de voz de ángel , y ojos cristalinos y sus cabellos en trenzas de color azabache , y sonrisa de marfil andino, del color de aquellas nieves eternas , que también conoció , en su tiempo de crianceros de caprinos , con su padre, ya fallecido.
Ella le pregunta señor que se va a servir, nuevamente los aromas, lo hacen mirar hacia la cocina, iluminada por el brillos de las ollas, verdaderos espejos, y el piso encerado, lo hacían reflejarse en aquel piso extraño.
Estaba en la cocina su amada ausente, en dulce espera de un retoño de aquel amigo, entrecomilla, que huyó con su amada Azucena Delirio.
Ignacio la mira a los ojos, y le pregunta eres feliz Azucena, ella baja la mirada, sin decir nada.
El le da las gracias , por aquellos instante de intimidades , y esos cuatros años de vivir, no con tantos lujos, pero llenos de pasión y felicidad, se acabó la magia, y Azucena de pétalos suaves, busco una nueva piel , ella era de piel clara y cabellos rizados de brasas encendidas, era 10 años menor , que el minero negro, la conoció en un burdel de las pampas nortinas, en esas pampas solitarias Azucena,se vendía al mejor postor, allí los hombres rudos , esclavos de un sistema que explota al obrero, y vivían en la miseria, y al estar con azucena, era llegar a un oasis celestial , para saciar su pasión contenidas , en las pampas calurosas de día y fría de noches.
Ignacio y Azucena , desde la primera vez que se vieron , y sus cuerpos se unieron bajos las estrellas de la Pampa , comenzaron a vivir , en pareja, y cuando se pagaban los obreros Azucena, volvía a su catre de perillas de bronces, y colcha de terciopelo amarillo, y su velador de pino oregon , que venían en los buque, que llegaban a los puerto nortino, y desde allí en carretas tiradas por bueyes, a las oficinas salitreras, así transcurre la vida de Ignacio y Azucena, Azucena quiere cambiar ser solo de Ignacio, y regresan al norte chico, al Poblado de Pueblo Nuevo, allí Ignacio, comienza a trabajar en los pique, sacando una miseria en sus minerales , era muy bajo los grs de oro en sus toneladas de metal.
Allí Crecente del Rosario, se siente atraído , por Azucena de cabellera de fuego. Y se lanza a conquistarla , y lo logra y un tarde a la hora de la oración , huyen del poblado, y cuando regresa el minero negro, su rancho está desolado , ya no está el olor a Azucena en aquel hogar prestado.
Ignacio, mira a su Azucena, ahora flor de otro jardín , no come nada, se coloca su sombrero de paño, y toma su bolsa con sus comprar, y le gritan en el mercado municipal , que Don Jorge, coloca en marcha el motor de su micro Ford , de color azul , con un tigre estampando, en sus costados, iba cargada , con sacos de harinas, maderas , calaminas de zinc, y fardos de pastos, para unos caballos bayos,azabaches, y algunos mulares, y asno .
El minero negro, llega con su radio a pila, y esa casa donde vivía la soledad y esperanza, llegó la música, ya tenía compañía, en aquel pequeño receptor, que lo mantenía comunicado con el orbe, se embriaga con ese tinto azaroso , mosto de uvas, su azucena es flor de otro jardín .
Se duerme sobre el reposa hueso , que pasamos la mitad de nuestra vida sobre su lecho.
En el alba sintoniza su nueva adquisición , con el hacha en su cabeza por la resaca de la noche anterior.
Escucha Radio Cooperativa, están hablando los candidatos a la Presidencia, escucha al Doctor Salvador Allende, se siente identificados, dice mentalmente por el mi voto va .
Continúan cayendo las hojas de aquel amarillento calendario ,Ignacio busca en un pequeño baúl de pino oregon, encuentra su carnet de tapa verde, en el su nombre, su fecha de nacimiento, y lugar, y una fotografía en blanco y negro de gran calidad, se la había sacado en el registro civil de Punitaqui Don Osvaldo Cuello, Profesional de la imagen, el retrato todo el acontecer de la comuna de Punitaqui, y en los Campamentos Mineros de Los Mantos , La mina del Delirio, las minas y planta de Juan Cuchillo, y los poblados de Pueblo Nuevo, Pueblo Viejo, las Ramadas , El Toro, El Peral, Los Quiles.
Ignacio, saca de aquel baúl su terno negro, pasado a naftalina y Quillay, para protegerlo de las polillas y arañas.
Se afeita con su navaja, y saca de la cola de caballo una peineta pantera, y peina su cabellos negros , con algunas canas en sus sien.
Y se va caminando , hacia Punitaqui a sufragar, pasa por la cancha de aviación , yo llega a la calle Caupolican , y de allí a hacer la rallita , por El Doctor Salvador Allende.
Capítulo Dos

Ignacio, en su portátil , afuera sentado mirando la pequeña quebrada, rodeado de algunos pobladores, están , pendiente de las eleciones presidenciales, Allende el Compañero Doctor Salvador Allende, es el ganador, los momios, le crece la cola, festejan el triunfo del compañero Allende, El Pueblo Unido jamás será vencido, todo es fiesta, en los Campamentos de Los Mantos, El Delirio, y su querido Pueblo Nuevo, la Emisora Norte Verde , de la Ciudad de Ovalle, continúa trasmitiendo en directo, en unión de Radio Cooperativa..
A su casa llegan algunos vecinos con una Dama, pero Dama Juana, de 15 litros de manjar de Baco.
Gana El Pueblo Sufrido, el Pueblo Trabajador.

El Minero negro, amanece con el hacha en su cabeza, con la carne del asado prepara un ajiaco, un par de cebolla, moron, papas, zanahoria, y un par de huevos celeste regalo , de una vecina Rosa Jazmín, que se siente atraída por Negro Minero, ella una morena de trenzas largas, como rapuncel, allí Ignacio, con la olla de tres patas, prepara su ajiaco, y invita a Rosa Jazmín, a merendar, sentado a la sombra del parron , de Rosa,  deambulan los pequeños Manuel y Isolina, hijos de Rosa , el Padre había, muerto en un accidente en la mina .
La morenaza Jazmín, estrecha las manos de Ignacio, manos fuertes, que le roban las riquezas a la tierra, y Jazmín, manos de pétalos de rosas, curtidas por tanto lavar ropa ajena, el con sus manos y brazos fuertre, estrecha el cuerpo de Jazmín, y se van a su rancho , en la radio canta Javier Solis, sus labios se funden el un agónico, besos de dolor y pasión .

sábado, 29 de julio de 2017

Conversaciones Silenciosas.
En una mañana de el mes de enero, mirando unos diarios en el kiosko de la Sra Sarita, miro hacia el Correo local, una Araucaria , en un prado de una tonalidad verde esmeralda, sale Don Sergio, con un cargamento de correspondencia, me dice que quiere que le saque una fotografía a pies desnudo, a lado de aquella Araucaria, se saca los zapatos y se sienta en el verde Prado, con aquella canon A1, con un lente normal de 50mm, miro la luz existentes, Marco velocidad, abertura, distancia, composición, y me preparo a obturar, esa mágica cajita , cristalizando 125 centésimas de segundo, sobre una emulsión sensible de 100 asa, de marca Fuji.
Velocidad 125, abertura 16, distancia 2 más, rectángulo vertical,y saque ese instante.
Él me invita a tomar desayuno al Café La Central,
Una mampara nos invita, al interior , se siente calor de hogar, una decoración, sencillas , algunas plantas , pintura de sus autoría, que poco tiempo , duraron en aquellas paredes, una señora muy amable le saludan ,Señor Larrain buenos días que se sirve, un café con leche, y tostadas, y Uds que se sirve, solo un té, por una ventana que da a la calle , se ve esa plaza, que han caminado, miles de personas a través de las décadas.
Me comienza a dialogar sobre el método de pintar de Adolfo Couve, ves esa planta que en ese momento le llegan unos rayos del sol.
Y comienza a decir estamos en él una estrella, en medio del Universo , en una danza eterna de la Realidad, en esa planta que es una creación cósmica, está el Sol en esta pieza,que es una creación cerebral, de unos hombres que crearon esta idea , en que nosotros estamos sentado, dialogando en esta línea del tiempo.
En todas las artes, siempre en un juego del rectángulo, un poema, una fotografía, un óleo, el cine, los juegos de fútbol, 22 personas tratando de meter una pelota en la red, todo este juego sobre el un rectángulo dentro de otro rectángulo que es la cancha, mirado por millones de personas en un rectángulo que es el televisor.
El artes es una aproximación al estado de SATORI
Oscar el método, que te explicaré viene desde el renacimiento, es un paso a paso, para llegar a la realidad, este método me lo enseñó Adolfo , cuando regrese a Chile desde Europa, y quería mantener despierto y viva la mirada, y los oficio cumplen con ese rol.
Primero son una serie de colores, tres pinceles , trementina , y luego una mezcla con trementina unida con aceite de linaza, primero en una tela inmaculada, virgen, apagas esa luz, que encandila tu visión, miras bien lo que vas a bocetear, con una mezcla de azul de ultramar, con tierra de sombras tostada, luego comienzas a pintar las sombras, mira detrás de la maceta, hay sombras entre medios de las hojas hay sombras,tienes que pintar todas las sombras, luego mira los colores, las hojas verdes, cuál es el complementario del verde ,en la rosa cromática, hay una reglas o pauta del color, ah si es el rojo, pintas de rojo , todo lo verde, allí usas el rojo de cadmio claro, y así continúa, completando tu bocetos de la realidad, luego, comienzas en tu paleta, a buscar los tonos reales que estás mirando, en cada paso limpias tus pinceles, siempre remojado en aguarrás, tienes que dejar una huella de los colores complementarios, vas entrando lentamente al presente , mira Oscar que más ves, la luz del sol, que a ido cambiando, ahora ilumina, una porción de la hoja, y ese mantel bordado, con unas rosas.si dice Don Sergio, pasa cerca la Sra Raquel, buenos días Sr Larraín, el le responde buenos días, el té, está frío. En el tiempo deterioro continúa el deambular de los ovallinos.
Oscar las luces, prepara, solo las luces que sientes, tu kath, se activa, tu esencia toma el mando del pincel, el pincel es parte de tu interior, no es un objeto distantes es una proyección de ti mismo.
Y queda un pedacito de la realidad en esta pequeña tela, y la llevas a tu hogar, y allí está tu presente, que quedó en el pasado.
En su morral de lana de oveja, saca una cámara Nikon, con un lente de 50mm es un lente con macro, con este lente puedes hacer un reportaje completo, puedes fotografías un acercamiento a una estampilla, como un retrato, o un paisaje, saca una fotografía de un par de personas que le sirven un par de café , y rápidamente, su cámara regresa a su refugio, en aquel morral.
Llama a la Sra que nos sirve, y le pide la cuenta.
De aquel mágico morral saca un librito blanco y se lo entregar, esta es mi labor cuidar nuestro planeta, no para nosotros sino para las generaciones por venir. sino no hay futuro, nos estamos farreando El Reino, este es El Paraíso.
Luego nos retiramos del aquel Café La Central, el se va su casa convento en calle socos, y yo regreso a mi casa.
GaticaAraya

jueves, 27 de julio de 2017

 José Santos Araya.

En las alturas , en un poblado desolado, y alejado de las manos del Creador, José Santos, realiza una oración al ocaso del aquel día martes, se va el sol por el horizonte, en las serranías de Litipampa, algunas estrellas , se sonrojas, con esos últimos rayos del sol.
José Santos Araya, en aquel momento su edad era de 27 años, de piel bronceadas, y ojos de halcón, buscando , sus auras mágicas.

En su humilde  de rancho de chilcas embarrados , y tierra, paja y agua, y después busca en la gran ciudad fonola para cubrirla, del calor y frío y días lluviosos,que el en cada invierno volvía a cubrir con alquitrán.

En aquel acaso , luego de la oración, recibe una visita inesperada, ! La. muerte !.
La Sra Muerte seduce a José Santos, y con su guadaña corta su cordón de Plata, que une su alma a su cuerpo físico.
El notición , vuela por las Serranías, y preparan los condiciones para velar el cuerpo del inerte de José.

Sobre el suelo arenoso y con trozos de cuarzo rosado,  arrojan al suelos unos cueros de ovejas, eran cuatros, entre negro y otros color claro .y en cada esquina unos cirios, con una protección para que el viento de la cordillera intermedia, no extinguieran, esa llama que conducen su alma en su ascensión, hacías El Creador Supremo.

José Santos , no era una persona corriente era especial , dominaba, las misteriosas magias de la sanación, era medios místico, medio chamán, de antepasados indígenas, conocedor de los secretos , más secretos, reservados solo para algunos, que dominaron los miedos y el temor a la muerte.

Llegan las lloronas como un riguroso negro, que se confunde como la negrura de aquella noche, de despedidas del cuerpo de José Santos en estar tierra Limarina.

Con un traje oscuro , con olor a naftalina, y su camisa blanca almidonada, y su cordón, que se asemeja a una corbata.

En su pecho una medalla con la imagen de la virgen de Monserrat , él sabía las palabras redobladas, para ahuyentar al maligno.

Descalzo para elevar su alma a los altos cielos, era noche de tristeza y de dolor, el aromas a flores silvestres, se aproxima su perrita una quiltrita  de pelaje oscuros y de una mirada profunda e enigmáticas, y sus colmillos de marfil, ladra y re ladra a los visitantes que rodean aquella humildes mortaja de cueros de ovejas  , con olor a humedad, y encierro.

De la oscuridad de aquella noche,  emerge una quiltra  aullando, que salta sobre el cuerpo del inerte de aquel aspirante a Chamán ,y saltan de sus pezones  leche perla , nutrientes ,que caen en la cara y labios del inerte, parroquiano José Santos.

Sus ojos comienzan a vislumbrar, a las lloronas, con su riguroso negro, y mira que un maceton cargaba un féretro pintado con brea, y para transportarlo unas sogas de grueso cáñamo ! gritan las mujeres ! , al ver que José Santos salta de su mortaja.

Comienza a vociferar, palabras de mala calaña, para las mujeres, y hombres ,que se encontraban en dicho lugar, le exclamaban que eran adúlteros y aduladores, cínicos, , de lenguas de víboras , llenos de maldad, y de malos pensamientos.

Ya no es el mismo , en su paso por el desprendimiento de su cordón de plata, y su tiempo en los mundos incógnito , han cambiado a José Santos Araya Araya , los asistentes a su velatorio, en las serranías limarina , no encuentran explicaciones, y huyes despavoridos, cerro abajo, en aquella noche oscura.

Sus hermanos Ramón  estaba con su Sra Olga , y su pequeña hija Lucila ,Luis, Teleforo, Herminio, Juan de Dios, Sebastián, Pabla, Agustina, Dionisia , Virginia, se quedan frente a José Santos, sus Padres Celestino y Mercedes, , son iluminados por un extraño Rayo de Luz Violeta encandilador.

En su mirada , era un misterio, sus ojos , reflejaban, dudas, emociones, y su rostro, ya era diferente, sus cabellos nieves poblaron sus sienes y algunos mechones , eran lingotes de plata, su voz, era pausada, y de un extraño acento, observar, a sus hermanos, y solo lo mira.

Los Araya, descendientes, de antiguos Chamanes, que deambulaba, en estos solitarios rincones, eran andantes , meicos, parteros , innatos, conocedores del lenguajes de las estrellas, conversadores con nuestros hermanos los anímales.

Sus Padres, presienten, que su José, por circunstancias incuestionables, regreso , y su enlace, se restauró, como quien a una lagartija, se regenera sus miembros amputados, su enlaces cósmico, que une su alma con su cuerpo vehículo terrestre, para llevar a cabo una misión.

Los Padres , en ellos por sus venas corrían  adn, de antiguos hechiceros , conocedores de los secretos de la naturaleza, y los signos del Universos. Viajeros de mundos paralelos, dominaban las aperturas a portales desconocidos, eran sencillos en su actuar, hablaban el lenguaje del silencio.

José Santos, en su partida y su inesperado regreso, él ya sabía , cuánto tiempo, El Creador Supremo, tenía para , limpiar su karma, para poder ascender en su escala evolutiva, comenzó a dominar su anclaje, y también con las asistencias de los elementales, dominar la sabiduría ancestral, vivirá en formar humilde, en un ranchito a orilla del río Rapel, e un pueblo del mismo nombre. José Santos era temido y querido.
Todos sabían de sus poderes curativos con solo sentir su miradas sobre ellos.

Su hermana Virginia, se aislada en un sector al interior de Punitaqui, en Scorza, allí se trasforma en una gran Meica , que sana, y sana, a centenares de personas que acuden a su rancho , ella lee las aguas amarillas, orina , viste un riguroso negro, sus ojos celeste, brillan en el luminoso caserío al interior de Punitaqui .

José Santos, cultiva plantas alucinógenas, para tener contacto, con sabidurías de mundos infrahumanos, seres elementales, que habitan en los vegetales, y en los mundos de los sueños, el en su tiempo, que permaneció, en estado inerte, y que recorrió el túnel de Luz, hacías las manos del Creador Supremo, percibió, muchas alucinaciones, de sueños y realidades .

jueves, 13 de julio de 2017

El Minero Negro
Un matrimonio llega a un poblado llamado Pueblo Nuevo, a casa de la Sra Rita, es Ignacio Jiménez y su cónyuge..
Eran terminando los años 60. Era Ignacio Jiménez más conocido como el Minero Negro por su tez oscura, es pirquinero , entre Pueblo y Los Mantos busca la veta dorada,en la mina la diabla, y también su caminata hacia una nueva veta en la cantera de Los Mantos se transforma diariamente en tierra y roca y no encuentra el metal codiciado por todos , allí en esa tierras húmedas .
El Minero Negro, se confunde su rostro con sus tachos puestos al fuego vivo, para transformar el agua en agua de cazuela negra, de regreso desde la cartera mantina.
El Minero Negro al regresar al encuentro con su bella Sra, encuentra vacío esas piezas de tierra, paja, chilca , con palos de acacias y álamos , y techo de zinc, sin cielo , y sus paredes interna y externa pintada de cal , penca de tunales y sal , y agua , su blancura de su hogar , hace contraste con su rostro oscuro , emergen tonos de aquellos metales en suspensión en el aire, que algunos caprichosos rayos solares, inundan las paredes, de chilca, paja, barro, y cal, y sus huellas quedan en dicho hogar del pirquinero Ignacio Jiménez , sus ojos recorrían cada rincón de ese hogar prestado, su bella Sra había huido con un rival de amores, una lágrima corrieron por su rostro duro de hombre acostumbrado a luchar por su sustento diario.
Esa noche fue fría , no tenía a nadie que acariciar y amar, sólo están esa frías sabana de sacos harinero, y esas paredes cubiertas con algunos hojas del
vea, y otras revistas de épocas pasadas, la vela se consumió por completo en aquella palmatoria de enlozado blanco.
Esa noche fue oscura , ni siquiera la coqueta luna vino asomarse en aquella ventana de madera que trataba de detener el frío de aquella noche solitaria. Ignacio el Minero Negro, toda la noche en sus mente y presente, estaba su amor ausente.
Se levantó a orinar en aquella cantora enlozada, el había comprado en la gran ciudad de Ovalle en Grandes Tienda La Campana, un juego completo de enlozado, esa noche el único sonido era su orina que caía , en aquella cantora y afuera los grillos le cantaban a la oscuridad.
Pronto el gallo comienza a despedir la noche y le da la bienvenida al amanecer, Ignacio no durmió,se levantó y abrió la ventana y llegó la luz a su hogar , miró y sólo estaba la soledad y esperanza en aquellos rincones de su hogar arrendado.
Miro una colchas en el suelo, de tierra, en la puerta un chuzo era su cerradura, y en la puerta cuelga un moño de ajo, y una cuelga de sabila para alejar al maligno.
Un dia martes 13 , encuentra una pepita de oro, al lado de una flor de cardenal amarillo, en la quebrada después de la bajada, de la torrentosa quebrada mantina.
Ignacio sonríe, y se sube en la micro de Don Jorge Roco, y se viene a la gran ciudad a vender la pepita de oro.
luego con el billete largo , sus pies lo lleva a la Tienda La Tentación. y se compra una Radio a pila , japonesa de estuche de cuero café, am y onda larga, marca sanyo .
Ignacio orgulloso, con su nueva compra, en el mercado municipal, lo atraen los olores a comida casera, condimentada , como lo hacía su amada ausente, por inercia su cuerpo de tez oscura, con su camisa celeste, y sus pantalones de hilado de lana de oveja , de la ciudad sureña Tome, su zapatos negro , como su piel, y una manta Castilla , por el frío de invierno, y su sombrero de paño de color gris, siempre con la sonrisa en sus labios, no era de gran altura, era bajo , pero de cuerpo ágil, sus músculos eran de acero, por su trabajo de pirquinero , y recordaba su suerte de encontrar aquella pepita de oro ,que quedó después del temporal de invierno, mira al interior del RESTAURANT El quita pena, y llena la barriga, aún los olores dejan volar sus recuerdos, ve a su amada y su hijo, y ese calor de hogar arrebatado, por un rival de amores.
Una voz de una buena moza , lo hace regresar al punto, la buena moza de voz de ángel , y ojos cristalinos y sus cabellos en trenzas de color azabache , y sonrisa de marfil andino, del color de aquellas nieves eternas , que también conoció , en su tiempo de crianceros de caprinos , con su padre, ya fallecido.
Ella le pregunta señor que se va a servir, nuevamente los aromas, lo hacen mirar hacia la cocina, iluminada por el brillos de las ollas, verdaderos espejos, y el piso encerado, lo hacían reflejarse en aquel piso extraño.
Estaba en la cocina su amada ausente, en dulce espera de un retoño de aquel amigo, entrecomilla, que huyó con su amada Azucena Delirio.
Ignacio la mira a los ojos, y le pregunta eres feliz Azucena, ella baja la mirada, sin decir nada.
El le da las gracias , por aquellos instante de intimidades , y esos cuatros años de vivir, no con tantos lujos, pero llenos de pasión y felicidad, se acabó la magia, y Azucena de pétalos suaves, busco una nueva piel , ella era de piel clara y cabellos rizados de brasas encendidas, era 10 años menor , que el minero negro, la conoció en un burdel de las pampas nortinas, en esas pampas solitarias Azucena,se vendía al mejor postor, allí los hombres rudos , esclavos de un sistema que explota al obrero, y vivían en la miseria, y al estar con azucena, era llegar a un oasis celestial , para saciar su pasión contenidas , en las pampas calurosas de día y fría de noches.
Ignacio y Azucena , desde la primera vez que se vieron , y sus cuerpos se unieron bajos las estrellas de la Pampa , comenzaron a vivir , en pareja, y cuando se pagaban los obreros Azucena, volvía a su catre de perillas de bronces, y colcha de terciopelo amarillo, y su velador de pino oregón , que venían en los buque, que llegaban a los puerto nortino, y desde allí en carretas tiradas por bueyes, a las oficinas salitreras, así transcurre la vida de Ignacio y Azucena, Azucena quiere cambiar ser solo de Ignacio, y regresan al norte chico, al Poblado de Pueblo Nuevo, allí Ignacio, comienza a trabajar en los pique, sacando una miseria en sus minerales , era muy bajo los grs de oro en sus toneladas de metal.
Allí Crecente del Rosario, se siente atraído , por Azucena de cabellera de fuego. Y se lanza a conquistarla , y lo logra y un tarde a la hora de la oración , huyen del poblado, y cuando regresa el minero negro, su rancho está desolado , ya no está el olor a Azucena en aquel hogar prestado.
Ignacio, mira a su Azucena, ahora flor de otro jardín , no come nada, se coloca su sombrero de paño, y toma su bolsa con sus comprar, y le gritan en el mercado municipal , que Don Jorge, coloca en marcha el motor de su micro Ford , de color azul , con un tigre estampando, en sus costados, iba cargada , con sacos de harinas, maderas , calaminas de zinc, y fardos de pastos, para unos caballos bayos,azabaches, y algunos mulares, y asno .
El minero negro, llega con su radio a pila, y esa casa donde vivía la soledad y esperanza, llegó la música, ya tenía compañía, en aquel pequeño receptor, que lo mantenía comunicado con el orbe, se embriaga con ese tinto azaroso , mosto de uvas, su azucena es flor de otro jardín .
Se duerme sobre el reposa hueso , que pasamos la mitad de nuestra vida sobre su lecho.
En el alba sintoniza su nueva adquisición , con el hacha en su cabeza por la resaca de la noche anterior.
Escucha Radio Cooperativa, están hablando los candidatos a la Presidencia, escucha al Doctor Salvador Allende, se siente identificados, dice mentalmente por el mi voto va .
Continúan cayendo las hojas de aquel amarillento calendario ,Ignacio busca en un pequeño baúl de pino oregon, encuentra su carnet de tapa verde, en el su nombre, su fecha de nacimiento, y lugar, y una fotografía en blanco y negro de gran calidad, se la había sacado en el registro civil de Punitaqui Don Osvaldo Cuello, Profesional de la imagen, el retrato todo el acontecer de la comuna de Punitaqui, y en los Campamentos Mineros de Los Mantos , La mina del Delirio, las minas y planta de Juan Cuchillo, y los poblados de Pueblo Nuevo, Pueblo Viejo, las Ramadas , El Toro, El Peral, Los Quiles.
Ignacio, saca de aquel baúl su terno negro, pasado a naftalina y Quillay, para protegerlo de las polillas y arañas.
Se afeita con su navaja, y saca de la cola de caballo una peineta pantera, y peina su cabellos negros , con algunas canas en sus sien.
Y se va caminando , hacia Punitaqui a sufragar, pasa por la cancha de aviación , yo llega a la calle Caupolican , y de allí a hacer la rallita , por El Doctor Salvador Allende.
     VIOLETA & EL JOVEN SERGIO.

Ella un torbellino, un ciclón que desde San Carlos , de nacimiento,  para luego volver a  San Fabián de Alico, hogar de los Parra Sandoval , viven en su infancia, conquistó el orbe , después de su muerte

Recopiladora de las tradiciones de los campos chilenos, de pueblo en pueblo, cristaliza en papel y en grabadora, tantas historias, y la vida misma.
Cantautora, artesana , diestra con la pluma , la guitarra, y la aguja. ( décimas, letras y músicas, arpilleras, óleos, su ropa, administra su carpa peña ). 

Violeta necesitaba un chofer y fotógrafo, para recopilar, a los cantores rurales, en sus ambientes naturales, gente de nuestro pueblo, campos chilenos, por sugerencia de Jorge . escritor, de varios clásicos de la literatura chilena .

Jorge , le da el dato al joven Sergio, un joven de alta alcurnia, de la aristocracia chilena, el joven Sergio , buscador de lo espiritual, ya había, estado en el desierto chileno, con un grupo de varios amigos, recibiendo las Enseñanzas de Oscar Ichazo, Guru Boliviano, en El Valle de Azapa al interior de Arica.
El Joven Sergio , pertenece al Selecto Grupo de Fotógrafos de Magnum, fundado y dirigido por el místico Henri Cartier-Bresson.

Volviendo a nuestra Violeta, con sus trenzas, y sus trajes de retazos, como un jardín en primavera, mujer de fuerza, talento y coraje, en su sangre, circulaba el talento, como las mustillas , y las vegetacion  de su terruños de niñez.

Violeta, Violeta germen del pueblo rural, con tus trenzas oscuras, como las raíces de grandes árboles conectadas a la Tierra Bendita.

El Joven Sergio , buscador de Dios, a temprana edad cada domingo comulgaba, en la Casa Patronal de sus Abuelos, allí vivía con sus Padres y sus tres Hermanas y otro Hermanito , que fallecio a temprana edad.

los dos deambulan en los campos chilenos, como dos tornados de sabiduría, Violeta y el Joven Sergio , por caminos polvorientos, días completos llenando cuadernos y disparando su diminuta y certera Leica, una joya de la tecnología alemana , en las manos del poeta de lo visual el Joven Sergio , allí el Joven con esa pequeña cajita mágica , quien ya había realizado varios reportajes gráficos,  El Rectángulo en la mano , Valparaíso ,  con texto de Pablo Neruda , Londres , Chile y Una casa en la Arena, de la casa de Pablo Neruda, en Isla Negra, allí el Joven Sergio, fotografió la casa y su entorno , y Pablo su magnífica poesía.

Violeta , Violeta escribe y escribe sobre esos humildes cuadernos, sobres sus piernas firmes como robles de la Región del Bio Bio, y una grabadora , recibe , la cosecha en los campos chilenos.

Violeta trenzas de sauces negro, como su casamiento de negro, ella quien en una pensión de París , la mira un señor y quedó admirado de las aspillera que Violeta , que entre sus dedos y creatividad, esos retazos de colores, va creando vida.
Borda a su Tierra amada, a sus raíces, entre canelos, robles, araucaria , quillay, y copihues.
Mujer torbellino, de sus ojos reflejos de su alma, lagrimas de dolor, e incomprensión, , inundaban sus niñas, iris, pupilas , pestañas.
Y bajan por su piel, hasta llegar a sus labios y saborean , el dolor, de su esencia Violeta.

El Señor en París, le encantan sus trabajos, y le entrega una tarjeta, con una dirección, le dice que pase un dia por su oficina. 
Violeta mujer, artesana, mujer del pueblo guarda la tarjeta, y continúa su trabajo, laboriosa como una abejita, en flores del viejo continente, expone sus arpilleras y óleos, y algunas esculturas , en alambres , gallinas y gallos, aves de su Tierra de humedad y tapices de verde esmeralda, en París, tan conectada con su terruño, siente en el alma,como la tierra ruge con un mega terremoto, en Valdivia el dolor le quiebra el alma.
Su exposición en Europa , es un éxito rotundo, Violeta, Violeta Ciclón de mujer, regresa a sus terruño, sus pies nuevamente, se enraiza en su suelo bendito, florecerá, nuevamente la Violeta nuestra .

Le compone melodías y simplemente la titula El Joven Sergio.  En su citroneta el Joven Sergio y La Violeta, recorren de Norte a Sur, de cordillera, al mar, de pueblo en pueblo, de caserio en caserio , de pueblo a ciudades.

Violeta trenza de sauces, humedecidas por diamantes transparentes, joyas del Creador Supremo .

En Vallenar , con el Joven Sergio, llegan en plena fiesta en la medialuna , hay rodeo, ella con su inseparable guitarra, ofrece su talentos , para amenizar una fonda, de los parroquianos , huasos elegantes, con sus chinas , de la belleza natural , venus de nuestras tierra, aquí , Violeta pondrá sal y pimienta,  azúcar, Violeta eres todos los condimentos, para  sazonar la vida , presente y futura.
Los Elegantes Huasos , cual Gallos emplumados cortejan a las chinas, sobre bravos caballos corraleros ,  se escuchan puntos buenos para las duplas ,  Canihuante , con Cardemil.

Frentes a sus  ojos , una empanadas calduas con ají color dulce, y con le gustan los nortinos , con sal y azúcar, y la carne cortada en pequeños trozos, con aceituna de Huasco , y pasas de la provincia del Limarí, y cebollas de Llay Llay, salen del aquel horno de barro, con color a tierra bendita, Violeta y el  Joven Sergio, se sirven un par de empanadas calduos , le corre el jugo por los codos, con chicha en cacho .

Bailan la cueca del Guatón Loyola, en El Rodeo de Los andes,
Violeta flor de primavera del sur de Chile, en el Norte de Chile , quedan empolvados, con sus trenzas, con tierra del Vallenar.
Bajan al río , a dejar el polvo en las riberas del río, se bañan como Dios los trajo al mundo, sin pudor, ni vergüenzas.

Luego sus pasos los llevarán a Salamanca, a la Semana Santa, donde los penitente, baja a Jesús del madero de la Iglesia del Pueblo, para en romería, esperan su resurrección.  

Ella Violeta y el Joven Sergio, deambulan en semana santa, ella escribiendo y sacando melodías , el con su Leica, y sus cargas en blanco & negro, su estadía en Salamanca es todo éxito.

Luego vuelven a la Capital, el siguecon su agencia de publicidad, y su retiro en su pequeña ermita al interior de la capital, ella a sus peñas, a sus raices.