La olla canta dentro de ellas unos cuantos porotos bailan , con el zapallo y los condimentos secreto, por la ventana, alumbra este sol dominguero, entre aroma a primavera, las rosas traerán su aroma los primeros días de septiembre.
Revisando la despensa, lentejas, garbanzo, porotos, arvejones o chicharros.
Ando corto de velas, la usaré para la Kine hoy a las 20 hrs comenzaré, sobre la alfombra voladoras que Don Sergio me regaló, esa pocho de lana de oveja, la tejió la madre de Aroldo, su trabajador, que más trabajador era como un hijo para el.
Sus últimas palabras fueron para él, un hombre de gran sabiduría, y según mi amiga del sur su voz era cantarina como las nieves de los andes que bajan en verano, cantando río pa abajo.
La fotografía y el arte no es artículo de primera necesidad, ahora las religiones son on line, Dios tendrá su sitio en Youtube , el niñito Dios Sotaqui está por internet, y si no existiera el internet, por señales de humo o telepatía.
El alimento es primera necesidad, pero tenemos tres centros que alimentar, intelectual, emocional, motriz.
Conecta tu energía con la tierra, Kath conectado con el planeta, y un mantra para estar despierto.
Los artistas se han muerto de hambre, y después sus obras valen millones, Van Gogh vendió una obra,Monet se escondía de sus acreedores.
El arte no es artículo de primera necesidad, cuelga un óleo, pero un aroma a comida o un festín buen regado es una obra maestra.
Lo visual ahora es avalancha de creaciones y las creaciones, a veces creaciones sin alma ni corazón, saturar a la inspiración es dañina , se corta o se prostituye, por un aplauso , o por ego.
Hoy es descanso mañana espera una piedra, la Palmatoria, una vela , continuar con la Kine.
Después si la Pandemia disminuye, se volverá al curso en la multicancha, los jueves de 7.30 , y los martes Aquiles.
Me ofrecieron ir a la Quinta Región a entregar algunos datos de La Escuela de la Reconciliación.
Y a Vicuña a ver a un gran maestro y amigo.
Estar encerrado , sin poder salir todos enjaulado, mirar por las ventanas, el viento viaja más que cada uno de nosotros.
Ahora nada es de primera necesidad, los hospitales y sus trabajadores son la primera línea se enfrenta al bicharraco oriental, que nos tiene contra la pared.
En madrugada su piel aferrada a la mía era solo un cuerpo, dos corazones , entrelazados en su desnudez, bajar a las zonas bajas a beber del manantial, las primeras gotas del rocío, ella un ser cósmico, en su interior latían las galaxias más distantes.
Esas aguas sagradas de rocío con sabor a océano, gotas de su sangre, sus olas llegan a la playas de un solitario, en tierras australes.
Escritos del año pasado, en tiempo de pandemia.
Leseras que escribo número 1001.
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