Capítulo UNO.
Los Mantos . Región de Coquimbo - Chile
Amanece, la luna se esconde tras del cerro grande, los gallos, nos despiertan , más Don Toribio, hace sonar el pito, para que los turnos , entre tanto Don Toribio, dialoga con Jelvez, de regreso hacia su casa ubicada atrás del Teatro, donde también vivía yo con mi Padres e hermana, con un loro que se escapó en la una ocasión , con patos, gallinas , gatos, pavos, perro, volvamos a ese caminar de Don Toribio con Jelvez el dialogando con su propio yo , le decía tenemos que retirarnos de esta compañía, ya nos estamos poniendo viejo y estamos cansado. .
Continúa el ese proceso de robarle las riquezas a la madre tierra, soy hijo de Tomas y Lucila, él trabajaba en la Maestranza , en su torno dando forma a piezas con su girar eterno en ese espacio con olor a aceite y metal quemado, también bajaba a la fundición a darle nuevas forma al bronce y aluminio , también caminaba hacia la bodega donde estaba Gallardo , a cargo de esas bodegas, más arriba estaban los laboratorios donde se realizaba el muestreo de los metales para saber las leyes, habían, también la planta con su torreón de acero donde estaba la jaula donde los mineros bajaban a las entraña de la tierra, a usurparle sus riquezas, desde la planta se veía completo el campamento, con su avenida de moras, , su hoyo con agua, su cantera, la pulpería, y sus campamento de oro que El Sol lo hacía resplandecer , con un Dorado de pepitas de Oro, también se veía la quebrada y su cancha de fútbol y el bosque, y esa quebrada que en años buenos bajaba bramando cuesta abajo, con la fuerza de la naturaleza, Mantos de riquezas , y riquezas de tanta vegetación que el hombre con sus ambiciones van destruyendo su hábitat, por un monto de dinero, para satisfacer las hambres personales. Mi Padre con sus mamelucos de mezclilla, con su jockey, y sus camisas de lanilla, y su pucho en sus labios, y no se lo sacaba, y caí su ceniza, mi madre en casa cuidando patos, gallinas, pavos , y cultivando sus rosas blancas, y cuidando sus nísperos, paltos, cedrón, duraznos, damascos , cañas y parrones de unas uvas negras con sabor a cielo.
Por El Salto del Agua, viene El Padre Sol, iluminando ese pequeño campamento de casa pintadas en oro y letras de plata, por sus calle corrían bolitas de mercurio, desde las chimeneas de los hogares mantinos comienzan a dibujar en el cielo figuras con las ayuda del viento, comienzan a llegar a nuestras narices olores al amanecer.
En cada hogar se preparar para comenzar un nuevo dia, en la madrugada Don Jorge Roco, prepara su micro, para salir a las 7 de la madrugada, los dias lunes, miercoles, viernes se realizaban dos viajes y los otros días que no eran de feria un solo recorrido, nuestra locomoción para viajar a la gran ciudad Ovalle, en el viaje se recorrido por Pueblo Nuevo, luego la calle larga y única Caupolicán , de Punitaqui, pasar quebradas, para pasar por las ramadas, y allí había un desvío hacia Camarico, el camino era de tierra y lleno de calaminas veníamos dentro de una batidora, subíamos por la cuesta del hinojos, para ver bellos valles en ese tiempo remoto estaba deshabitado y sólo esperando las lluvias para la siembras de trigo a rulo , estaba Nueva Aurora, el cruce hacia El Altar, subíamos y llegábamos a La Cruz Colorada, y continuaba el gran viaje hacia Ovalle, pronto estaría Los Dos Aviones, para comenzar a ver a lo lejo en el valle la ciudad, los Leices asomaban a nuestras pupilas, y el río Limarí, pronto se cruzaba el puente y nos recibían los olores del bosques a la entrada de esta pequeña gran ciudad, recorríamos cuadras más cuadras hasta llegar a la alameda, allí frente a grandes Tiendas La Campana, se estacionaba el bus, y desde allí los habitantes recorrían todos los negocios, en tiempo más atrás me relata un tío Héctor Araya Rojas, que todos llevaban sus cosas en unos sacos de harina del Molino Corral. Y subía el pioneta, el cargamento y le decían con la boca amarrada, pues el saco le hacían un gran nudo para cerrar el hocico de ese saco de osnaburgo,y cuando los pasajero se bajaban quedaba la confusión, pues todos los sacos eran similares. En ese tiempo allí estaba la feria libre, estaba todo en esa maravillosa Alameda , allí estaba un fotógrafo minutero con su caja para detener el tiempo, y llevar la plancha y el positivo con ese instante robado al tiempo, anterior a esta micro de Jorge Roco estaba la Esmeralda, y anterior algunas góndola mezcla de camión , con micro .
Estaba Godoy, el tranquilino ,era albañil, con su yerno Pedro Garay , que siempre se saludaban como estay Garay bien Godoy.. Garay era carnicero y faenaba chancho, porcino , o puerco que es lo mismo.
Oscar Henriquez, más conocido como negrito Pino , quien era nuestro encargado del Teatro y de la música al atardecer, recuerdo a Javier Solís , Antonio Aguilar, y la música viajaba por los aire e invadía con sus bellas melodías alegrando el atardecer y crepúsculo de todos los habitantes del Campamento y sus alrededores , y cuando soplaba el viento su música viajaba hasta media luna, y el salto del agua.
El Teatro tenía dos parcos con sillones de cuero negro que se ubicaban cerca de donde se proyectaban esas mágicas películas del antaño, cine mexicano, europeo, de Estados Unidos , y aún recuerdo esa película chilena largo viaje, donde el protagonista es un niñito pequeño, que corre tras las alas de su hermano un angelito que falleció , y antiguamente lo velaban de esa forma, en Los Mantos fui al velorio de un angelito, estaba frente al negocio de Liborio Rojas y su señora Lucila.
En ese tiempo cuando se proyectaban en Punitaqui y los mantos la misma película , así que había un ciclista que corría con los rollo de aquí para allá y de allá para acá, así se demoraba solo había que esperar , era los mismo para los dos pueblos, habían galería unas banca de madera, bien dura aquellas asientos y los demás se sentaban sobre el piso de tabla.
Don Juan Escudero, era un comerciante de tela y ropa , casado con la Sra Elisa Farfan, él comenzó caminando vendiendo su mercadería , luego una bicicleta, para luego en su Hermoso cucaracho negro, un auto que se lo vendió un jefe de la mina del Delirio, que quedaba cerca del campamento , el con su cucaracho negro se estacionaba en la oficina de pago y allí los trabajadores con su sobre de pago , hacían sus compran, para llegar a sus hogares con telas multicolores y calcetas ropa interior de un todo, y también existía en el Campamento La Pulpería, y varias carnicerías, y Don Alamiro el mascalatabaca, con sus helados de canela, frutilla, no recuerdo si tenía de Mora, con su carretón tirado por su fiel asno recorría el campamento.
Majunja hacia el aseo y limpiaba la corría de baños con kreolina, había cuatros block dos de damas y lo otro de varones.
En las otras cada del Campamento tenían baño cada casa, con su ducha y unos estanque aéreo de fierro fundido, con una cadena, uno tiraba la cadena y del cielo bajaba el agua .
Osvaldo Cuello conocido como foto romance era el fotógrafo del campamento y el también retrataba a los Punitaqui, Pueblo Viejo y Pueblo Nuevo.
Anteriormente varios años hacia atrás había un peluquero y fotógrafo Isaías Ramírez.
Ester Donoso, peluquera vivía frente a Don Oscar Castillo, y su Sra Nilda Vega, con sus hijos Vilma, Carlos, Betty , José, Óscar, María, y Patricio nació en Ovalle , ya que a ellos y a muchos mantinos después emigraron hacia La Perla Verde del Limarí Ovalle, en las Poblaciones Fray Jorge , Población Limarí, Carmelitana, José Tomás Ovalle, Atena, otros por Coquimbo, y hacia Punitaqui un gran número de Mantinos.
Sra Ester casada el maestro Oscar Guerrero, gran Soldador de la maestranza., y bueno para empina el codo, junto con El Maestro Miguel Contrera, quien llegó primero , como administrador del casino, junto con su buena moza Sra Silvia de hermosos ojos verdes, allí llegaron con sus hijos, María José, y dos más que no recuerdo su nuevo mire, el debido a su vicio de bebedor , se retiraron del casino, quedando la Sra Uberlinda Egaña, su esposo Don Ernesto Jofre, en tanto Don Miguel se comenzó a desempeñar con mueblista.
Hacia la planta cargado de metales un antiguo Ford, que para el arranque usaban una manivela, era conducido por Richard, lo recuerdo con sombrero de paño y un reloj de cadena, dicen que el le pasó billete a la compañía, pues Los Mantos estaba en quiebra entre los años 1965 a 1972 , a él le decían el billete largo.
Camino hacia El Salto del agua , había, primero subiendo hacia la Puntilla donde vivían Los Palmas, y más allá, la casa de Bomba, donde sacaban aguas para los 3 Estaques, que nos abastecían de ese oro líquido trasparente ese oro es vida, es sobrevivencia, había uno sobre El campamento , que se dividía en sectores, uno con una corrida de baños que los mantenía como espejo,y desinfectado con Kreolina, El Majunja , esas casa tenían los dormitorios, y comedor, en un sector, y saliendo hacia el frente la cocina, los baños eran comunes.
El otro sector estaba todo unidos, la casa completa, luego estaban las piezas de los solteros, la casa de huéspedes , la gran casa del administrador , y más allá estaba La Maestranza , las bodegas, fundición , planta, aserradero, retén de carabineros, nuestras Escuela, oficinas de administración , y esas casonas que estaban atrás de La Escuela
Continuará