Pantaleón Santos y La Piedra de Oro
Al comenzar las primera explotaciones minera del yacimiento de Los Mantos.
Comenzó en forma artesanal con muchos pequeños pirquineros de toda la zona , el mineral se llamaba al principio Minera Moya,
de los hermanos Fariña, los pirquineros con su torso desnudo, y un pantalón cortito bajaban al interior de los piques , bajo tierra habían laberintos , llenos de escaleras de madera nobles , allí los hombres sudaban traspiración de dolor, y sus ropas se llenaban de barro, con pequeñas luces de oro, que brillaban en las profundidades de las minas de Minera Moya .
En su espalda su capacho y en sus tirantes cubierto con pedazos de cuero de oveja, para amortiguar, los grandes pesos que en un sin fin de vueltas le hurtaban su riquezas a la madre tierra , con su capacho 50 kilos capacidad los cargaban de metales , que sacaban con la ayuda se sus machos y barrenos de punta templadas, rascaban en las profundidades de aquella tierra de riquezas, con los cuales emergían del fondo de la tierra , como luciérnagas con sus lámparas a carburo, con su pantalla de bronce reluciente cual sol desde las profundidades, emergen cual semilla con sus primeras lluvias revienta las semillas, allí Pantaleón, patalea para ganarse unos míseros pesos , para alimentar a su familia que vivía en viña vieja, en estas labores Pantaleón, era para todas las pegas posible, él siempre pedía un aumento de sueldo, pero nada de nada, los patrones se hacían los lesos, y el continuaba, laborando en esos cerros de riqueza , de oro, mercurio, cobre , en sus múltiples labores, el continuaba con su pesado trabajo, y en la hora de choca, colocaba su tacho al fuego en la pata de cabra, allí sólo se alimentaba con su sopa negra, con su tortilla de mil hoja , con chicharrones de puercos , higos rellenos con mariposas de nueces ..así trascurría sus andanzas , un día en la moliendas achicando los metales, y en su cacho de chivo cabron, cortado por la mitad, se asemejaba a una media luna en la mitad de la noche, allí Pantaleón veía brilla la colita de oro, para saber la ley de la tonelada de metal , que le vendían a la minera, y subían con unas tropas de burros , cargadas de sacos de cáñamos reforzado, allí los arrieros, con sus ayudantes los maruchos, entre ellos estaba El Roto Pije de Punitaqui; se encargaban de llevar los metales, subían hacia la cantera y desde allí a la planta.
En su esquelético burro, y con su miseria a cuesta Pantaleón, bajo con su capacho hasta el tope de piedras, del fondo del pirqui, y dejo el capacho sobre el montón de material a moler y camino para tomar un tacho de agua de yerbas de su terruño, en ese caminar tropezó, con una bola en forma de Piedra, y lanzó esa piedra sobre el macho, y notó que no paso nada, y la comenzó a observar y notó un pequeño brillo, y trata de romperla y esa bola nada de nada, y el brillo le iluminaba su rostro, y noto el gran peso , a medida que le sacaba la tierra, ella brillaba como un sol entre sus manos cual grande fue su sorpresas era una pelota de oro, no era una pepita, y se subió a su fiel burro , el se las escondió en sus ropa hecha jirones, y partió sobre aquel rayo veloz, que de veloz no tenía nada , hacia su mísera morada que sostenía por la gracia divina , allí estaba su adorada Desideria, con su prole de hijos. Con su familia al día siguiente tomó esas góndola que de milagros llegaban a Ovalle , Pantaleón, se fue para el país trasandino, y de el nunca más se supo, sólo que en día siguiente unos parroquianos vinieron a buscar al burro, y de Pantaleón Santos nunca más se conocieron noticia de el.
En esa minera Moya, que más tarde sería compañía minera de Los Mantos de Punitaqui S.A
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